La decoración estilo nórdico, o también llamado escandinavo, está marcando tendencia entre los diseñadores de interiores y personas que buscan decorar sus casas o departamentos de una forma diferente debido a esa perfecta armonía que ofrece al combinar el color blanco que impera casi en su totalidad con la madera natural, textiles como pieles o lino; así como artículos metálicos y plantas.
Y es que, ¿quién se puede resistir a ese toque impecable y minimalista que transmite una peculiar sensación de vanguardia y calidez?
Sin duda, el estilo escandinavo ha ganado terreno en el gusto de la gente por regalar una sofisticada apariencia al lugar revestido con esta forma de decoración, inclusive, convirtiéndolo en un espacio artístico y moderno.
Seguro que después de leer este artículo en el que te explicamos más detalladamente esta manera de embellecer tu hogar, te convertirás en un amante de lo escandinavo y querrás probar la infinidad de opciones que este estilo tiene para ti.
Historia del estilo nórdico o escandinavo
El origen del estilo nórdico se remonta a mitad del siglo pasado en los países al norte de Europa (Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia), que al verse en la necesidad de crear espacios más confortables y luminosos debido a las duras condiciones climáticas que ahí predominan, pues en invierno existen días en los que la luz solar está disponible por solamente siete horas, era indispensable aumentar la escasa luz que entraba a los hogares.
Es así que los habitantes de este territorio europeo se dieron a la tarea de buscar la forma de darle ese brillo y calidez a sus viviendas que lucían tristes y apagadas, logrando grandes resultados que han traspasado fronteras.
Uno de los pioneros en esta forma de decorar fue el danés Arne Jacobsen, quien se centró en darle un aspecto más estético a los muebles de su época, lo que lo llevó a diseñar la famosa silla serie 7.

Características del estilo nórdico
Lo que más influye a inclinarse a la preferencia por lo nórdico es lo funcional y práctico de sus componentes, pues es sinónimo de limpieza, espacio y luminosidad.
La predilección por el color blanco y los pisos de madera en correcta combinación con pequeñas plantas y pieles propias de aquella región crean una mágica atmósfera, ideal para quienes gustan de espacios cálidos y tranquilos que a la vez invitan a explotar la creatividad.
Paleta de colores nórdicos

Como lo mencionamos anteriormente, la pulcritud del blanco es el constante fondo en la mayoría de la decoración de este tipo, pero también encontramos colores neutros como el gris, negro y beige en los muebles y ornamentos dando un contraste suave y exquisito que resulta grato al ojo humano.
Muebles con estilo escandinavo
Hemos estado hablando de lo exitoso que resultó el estilo escandinavo a nivel mundial, pero gran parte de su fama y prestigio es por la calidad y durabilidad con que se fabrican esta clase de muebles.
Principalmente elaborados de la madera natural de árboles como el abeto, el haya, el abedul y el pino; adquieren esas tonalidades claras y refinadas que sientan muy bien con lo inmaculado de la habitación.
Aunque de aspecto sencillo, estos muebles cumplen plenamente con la finalidad para la que fueron diseñados, algunos incluso cuentan con compartimentos que los vuelven muy prácticos, y encima con una estética sublime.
Ejemplos de decoración estilo nórdico

La combinación de la madera natural y la luminosidad del color blanco dan ese toque sofisticado que a todos nos encanta.

Adornar con plantas y cuadros de paisajes nos conecta con la naturaleza.

Permite que el sol entre por la ventana y admira la magia que solo el estilo escandinavo te regala.

Los acabados en madera garantizan la durabilidad de los muebles.
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